Una noche calurosa. Tres monstruos de la música. Unos dedos maravillosos que vuelan dibujando armonías. Un cuerpazo fantástico en el medio, morbo en estado puro (lástima que...). Todo mezclado, muy mezclado y the doors hace el amor con el son bonito a ritmo de deseo. Y es imposible no dejarse llevar, subir hasta arriba, arriba, y mucho más.
miércoles, noviembre 29, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario